Es noche oscura y el enigmático ulular de un búho llama mi distraída atención, es entonces cuando me asomo a la ventana y aprovecho para respirar un poco ese aire fresco recién desempolvado por la lluvia que ya ha amainado, sin embargo la brisa aún se siente con una pesada carga de humedad… por los cristales vestidos de vaho bajan trazando diáfanas líneas las rezagadas gotas de agua que aceleran su descenso a medida que van tropezando a su paso con sus similares…más allá del ventanal las densas copas de los árboles, que apenas se divisan, se mecen levemente ocultas entre las sombras… los oscuros celajes parecen haberse urdido en una opaca y tupida manta que oculta el firmamento y la luz de sus astros de todas las miradas, permitiendo que la oscuridad domine las asoladas horas nocturnas… sin embargo, sobre el empapado pavimento de la calzada se dibujan las pálidas luces de los faroles del alumbrado que con sus temblorosos reflejos parecieran querer contar la historia de todos los que durante las horas despiertas sobre él iban dejando las huellas de sus pasos… ¡Ah! la noche y sus misterios siempre serán el refugio donde los cansados pensamientos de la jornada se disipan, donde la imaginación y los sueños abren sus alas… JFattore.
No hay comentarios:
Publicar un comentario