Noche de estío…
Después de un muy caluroso día llega la noche envolviendo el paisaje en su lienzo de índigos matices, en cuya parte más baja se dibujan los faroles de la cuidad con su ambarina luz que se difumina apenas a centímetros de los cristales contornos…una brisa fresca llega desde el oriente amansando el tórrido vapor que brota por las grietas de la tierra apenas tramadas por las sedientas raíces que intentan en vano extraer siquiera un tris de humedad de entre la aridez… corren alegres ráfagas de viento que sacuden el licuado polvo adormitado sobre de los follajes y despejan además los cielos, llevándose a su paso el denso humo que a pesar de su agradable aroma a eucaliptos lastimosamente proviene de un incendio en alguna cercana arboleda, producto de la inclemente sequía y los calcinantes rayos del sol en combustión espontánea, o peor aún, generado quizás, por alguna mano inconsciente…el silencio es profundo, tanto, que casi se pudiesen escuchar los respiros, pareciera que todo el mundo duerme, incluso las pequeñas criaturas noctámbulas permanecen en estricta mudez… miro al totalmente despejado cielo que semeja un infinito mar sereno donde el pensamiento navega y la mirada contempla las estrellas, quizás, buscando entre ellas esas misteriosas rutas que los antiguos navegantes trazaron en sus destellos y que siempre los conducían a buen puerto, adonde el amor y la fortuna les esperaban complacientes… tal vez, igual yo intento, sin siquiera darme cuenta, de encontrar algún sendero encantado que me lleve al lugar en el que el amor acierta su rumbo y se devela ante el pensamiento…
JFattore.
No hay comentarios:
Publicar un comentario