martes, 6 de octubre de 2015

Fantasía poética.... A lo Romeo y Julieta... Autor: JFattore.


                  A lo Romeo y Julieta...

Después de haber vencido mis temores me he atrevido a cruzar la noche bajo el buen augurio de la luna llena y llegar a tu ventana habiendo burlado la guardia, como lo hizo alguna vez aquel Romeo con su Julieta… Se ha henchido mi pecho de esperanzas y mi corazón alegre danza, al encontrar entreabierta tu ventana y tras la cortina el candil de tu consentimiento encendido como os lo había pedido en mi última carta…

    ¡Ay! Amada mía, heme aquí suplicante, de hinojos, al pie de tu balcón cual hidalgo caballero ante la majestad su reina, embelesado en tu resplandeciente hermosura, pretendiendo contemplar cercano tu rostro angelical, que tantas veces con divino antojo he visto pasar por mi lado con simulada indiferencia mientras ibas dejando tras de ti una estela perfumada de ilusiones flotando en mis ensueños, déjame subir hasta el cielo de tu presencia, yo treparé los imposibles tan solo por tenerte cerca, tan cerca que pueda mirarme y encontrar mi destino en las estrellas de tus ojos y que mis respiros suspiren de gozo al impregnarse con la tibieza de tu aliento en la dulce cercanía de tu sonrosada boca, ah y que al fin, mis sentidos sorban el natural y delicado perfume de lirios y jazmines que mana la primavera de tu piel que a gritos de silencio han ansiado mis caricias y mis besos, ese dulce aroma que la ilusión del viento en mis largas noches de insomnio ha llevado hasta mi alcoba mientras te dibujaba en mis versos… 
   ¡Ah! Y esta noche cuando al fin hayas visto la sinceridad de mi amor brillando en mis ojos como el más pulido argento, cuando se haya adormitado tu pudoroso miedo, con el corazón pulsando a gritos tu nombre dentro de mi pecho y con el permiso del mismo Dios que conoce la pureza de mi sentimiento, entregarte el tan anhelado beso que tiembla en mis labios humedecidos por el deseo, un beso que dure el instante de una vida entera y si es que tú señora de mis trasnochos lo deseares, quedarme en tus labios, en tu piel, en tu corazón toda la eternidad de mi alma que se hizo esclava de tu amor y sus caprichos desde el mismo instante cuando mis ojos te reconocieron, además, prometo, por mi honor, que esta historia que se comienza a escribir esta noche bajo la palidecida y envidiosa luna no tendrá un trágico final como el vivido por la Capuleto y el Montesco en las magistrales líneas de Shakespeare, sino que en vez de ello, será un renacer a la vida, al amor, a la esperanza, un tiempo nuevo, sólo nuestro en el que iremos de la mano en pos de nuestros sueños, tú sólo hazme el más afortunado de todos los mortales de todos los mundos y los tiempos, consintiendo en ser mi amada, mi señora, desde ahora y por todas las vidas que nos queden pendientes…que yo me encargaré del resto… 
                                                                                                                                                         JFattore.

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