Al final de la tarde te llevaré a vivir los
versos de la entrega
mientas el sol taciturno se hunde en el
horizonte del ocaso
y la luna comienza a trazar senderos de
plata en el viento
entretejer mis dedos en el azabache brillo
de tus cabellos
contemplando el prístino café de tus
ensoñadores ojos
traerte al nido de amor de mis brazos
caldear la fresca brisa de la recién
llegada noche
con la tibia cercanía de nuestros alientos
besar tus dulces tiernos labios
complaciente
besar tus ojos, tu rostro, tu cuello,
besarte toda una y mil veces
bajo el silente teatro de sueños dibujado
en el firmamento
rendirte dulcemente sobre la pálida
brillantez de la seda
previamente tendida entre candiles sobre la
mullida hierba
salpicada de pétalos terciopelos y perfume
de primaveras
recorrer lentamente a labios, a caricias, a
besos
a piel la total desnudez de tu cuerpo
esclarecida por la luz plateada que baja
por los caminos etéreos
andar osadamente la tersura sonrosada de
tus pechos
y en sus cimas crear remolinos de ensueños
venciendo los vestigios que todavía queden
de tu pudor
encontrarme en tus lugares secretos
embeberme en tu humedad naciente
ahondarme en tus adentros y en un vaivén
intenso
respirarme en tus jadeos, arrebatarte los gemidos
hasta llegar al supremo verso donde estallan
los deseos
el momento en que la exaltación llega al
grado extremo
donde los respiros acelerados y los latidos
desbocados
intentan regresar a la calma en el
sobrevenido sosiego
y los sentidos aún ebrios de pasión
recobran el brío
para de seguido escribir una nueva estrofa
del aún inconcluso poema de los versos de la entrega...
JFattore.
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